La gravedad no es solamente una fuerza, es también una señal que le dice al cuerpo cómo actuar. Sólo por dar un ejemplo, la gravedad le dice a los músculos y huesos qué tan fuertes deben estar. En un ambiente de gravedad cero, los músculos se atrofian rápidamente porque el cuerpo percibe que no los necesita. Los músculos que se utilizan para contrarrestar la fuerza de gravedad -como los de la cadera y la columna, que nos ayudan a mantener la postura- pueden llegar a perder hasta un 20 por ciento de su masa si no se utilizan. La masa muscular puede desaparecer a una tasa de 5% semanal.
Normalmente en la Tierra, la sangre se acumula en los pies. Cuando la gente se levanta, la presión sanguínea en sus pies puede ser bastante alta - cerca de unos 200 milímetros de mercurio. En el cerebro, sin embargo, es de sólo unos 60 a 80 milímetros de mercurio. Este gradiente de presión sanguínea entre los pies y la cabeza desaparece en el espacio, donde la familiar atracción de la gravedad no existe. La presión sanguínea se equilibra en todo el cuerpo a un valor uniforme de unos 100 milímetros de mercurio. Es por eso que los astronautas se ven algo raros: sus rostros, inyectados con el fluido sanguíneo, se hinchan, y sus piernas, que pueden perder hasta un litro de líquido, adelgazan.
¿Qué efectos fisiológicos tiene la gravedad sobre el cuerpo humano?